Mediación en consumo
La Mediación en temas de consumo sirve para que los consumidores y empresarios cuando tengan algún conflicto puedan disponer de un espacio apropiado para el diálogo y el acuerdo, y solucionar sus discrepancias sin tener que acudir a la vía judicial.
A través de la Mediación de Consumo se crea un espacio de encuentro en el que se favorece la resolución del conflicto y ambas partes exponen sus opiniones, con la ayuda de un tercero mediador neutral e imparcial, para que ambas puedan alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto surgido.
La Mediación de consumo favorece la resolución de conflictos evitando el deterioro en la relación y favoreciendo la continuidad del servicio, logrando la satisfacción para ambas partes.
Por qué acudir a la Mediación de Consumo
- Evita el deterioro de las relaciones entre las empresas y sus clientes
- Mejora el diálogo, la comunicación y la satisfacción del cliente, tanto de las personas que trabajan en las empresas como de los consumidores.
- Mejora el clima laboral de las empresas y su valoración por mejorar la satisfacción del consumidor.
Quién puede solicitar la Mediación
- Cualquier consumidor o usuario por cualquier producto o servicio recibido.
- Empresarios, profesionales o autónomos que tengan un conflicto con su cliente en el que no se ponen de acuerdo en la solución.
Tipos de conflictos:
- Desacuerdos por la contratación e información de productos bancarios y seguros.
- Desacuerdos por temas de vivienda.
- Disputas por la calidad o precio de un producto o servicio adquirido en el pequeño comercio o grandes superficies comerciales.
- Discrepancias por operaciones de compra.
- Desacuerdos por la garantía o reparación.
- Construcción, Responsabilidad Decenal.
- Ejecución inadecuada de obras y proyectos.
- Compraventas, Permutas, alquiler, traspasos, hipotecas.