mediación mercantil
La mediación mercantil abarca los siguientes conflictos:
La mediación es un procedimiento de gran utilidad para el ámbito empresarial: Los conflictos empresariales pueden darse dentro de las organizaciones, entre el personal o entre distintos departamentos o bien se pueden dar entre la Empresa y agentes externos, como clientes, proveedores, otras empresas, la administración, etc.
La mediación mercantil como forma de resolver los conflictos internos contribuye a instaurar una cultura de paz en la empresa ya que a través de ella se aprenden habilidades en comunicación haciendo que las relaciones laborales mejoren y evitando los altos costes que supone el conflicto. A través de la mediación se crea una cultura de empresa colaborativa donde el conflicto, lejos de ser un elemento negativo, se constituye como un factor de crecimiento e impulso de nuevas ideas y oportunidades.
La mediación entre empresas ayuda a que ambas satisfagan sus intereses, preserva las relaciones y protege la imagen de la marca al ser un proceso confidencial.
– Conflictos entre empresas o empresarios individuales:
a) Derivados de la ejecución de un contrato (por ejemplo, una parte considera que ha cumplido la obligación de entrega e instalación de una determinada línea de producción, mientras que la otra entiende que no lo ha hecho correctamente, pues la maquinaria instalada no produce el número de unidades de producto terminado por minuto ofertadas).
b) Interpretación que hace cada parte de los términos contractuales (por ejemplo, una parte entiende que es válida la cláusula que limita los daños indemnizables al importe del precio del contrato, mientras que la otra entiende que no lo es y que se han de indemnizar los daños reales), o bien
c) Cuál podría ser la mejor alternativa en caso de incumplimiento de los plazos de pago (retener y recuperar la posesión de la máquina suministrada –que sería de segunda mano y quizás difícilmente recolocable – o renegociar los plazos de pago, otorgando más tiempo a la compañía que tiene dificultades financieras para reponerse).
d) Últimamente, y debido a la crisis económica, también son muy frecuentes los conflictos relacionados con el ajuste o reequilibrio de las prestaciones pactadas inicialmente a las circunstancias no previstas por las partes (rebus sic stantibus, como, por ejemplo, un contrato de 10 años de duración donde el precio de compra de la materia prima se fijó para toda la vida contractual, pero posteriormente se produce una caída del precio de esta materia prima: el comprador quiere reducir el precio dadas las condiciones actuales y sobrevenidas del mercado, mientras que el vendedor quiere que se respete lo pactado en el contrato).
– Conflictos entre empresas y particulares.
a) contratos de agencia y distribución –donde el agente o distribuidor son personas físicas –, acerca de si se han cumplido los objetivos mínimos de venta, si se han respetado los posibles pactos de exclusividad, si el territorio está bien atendido, si se han hecho los pagos dentro de los plazos pactados o si las inversiones específicas son idóneas.
b) Otro tipo de conflictividad entre empresas y particulares es la que afecta a la empresa con sus directivos, responsables o administradores (en casos de responsabilidad de administradores, administración desleal o fraudulenta).
c) Se plantea cuando un producto fabricado o importado por una empresa provoca un daño a quien lo está utilizando (por ejemplo, un trabajador de una compañía que utiliza este producto en su proceso productivo), en el marco de la responsabilidad por daños causados por productos defectuosos, y donde el conflicto, además de ser principalmente una discusión en términos económicos (a cuánto debe subir la indemnización por los daños causados), tiene otras vertientes, como la retirada del producto del mercado para evitar nuevos daños, o el aviso a las autoridades competentes.
– Conflictos internos en empresas familiares.
a) Dos o más miembros de la familia comparten la administración y responsabilidad de la compañía, y tienen diferentes opiniones sobre las decisiones a adoptar (como, por ejemplo, hacer una inversión arriesgada pero con un elevado retorno en caso de éxito, o expandirse a nuevos mercados, o hacer una fábrica nueva con tecnología puntera),
b) Discrepancias profesionales a las que pueden añadirse problemas personales y familiares propios de cualquier familia pero que, si no son correctamente detectados y resueltos, pueden conllevar la separación de los socios o, incluso, la disolución y liquidación de la compañía, además de romper unas relaciones familiares que luego serán difícilmente reconciliables.
– Conflictos entre socios en el seno de empresas pequeñas.
a) En términos similares a los planteados en la empresa familiar, donde un socio es partidario de incrementar el negocio en mercados nuevos y con productos nuevos, mientras que el otro, quizás más conservador, considera que no hay que asumir ningún riesgo, ya que la compañía funciona correctamente y da para vivir con comodidades.
b) Cuando uno de los socios, por un problema personal (por ejemplo, un divorcio o un problema de salud), reduce su dedicación personal a la compañía, pero quiere seguir recibiendo los mismos beneficios en proporción a su participación social, y el otro socio ve incrementada su carga de trabajo sin ver aumentada su retribución.
c) Uno de los socios incurre en gastos a cargo de la sociedad que el otro no está dispuesto a aceptar (dietas, viajes, etc.)
– Conflictos entre directivos en empresas medianas y grandes
a) Director financiero –que, normalmente, tiene por premisa contener los gastos al mínimo – con el responsable de publicidad y marketing –que quiere invertir en campañas publicitarias para aumentar las ventas –
b) Director financiero con el director de producción –que quiere nueva tecnología para poder producir más
c) Director financiero con el director de compras –a quien exige pagos a más largo plazo, más descuentos en los precios y mejores condiciones de financiación –.
– Conflictos relacionados con acuerdos entre accionistas derivados de la aprobación de determinados acuerdos sociales que son impugnados por uno o más socios (una ampliación o reducción de capital, o la destinación de los beneficios a reservas en lugar de repartir dividendos).
– Conflictos surgidos en la ejecución de proyectos empresariales comunes (Joint ventures), que no dan los resultados esperados porque una de las partes no destina todos los recursos necesarios o quiere obtener todos los beneficios al margen de la otra parte.
– Conflictos sobre patentes y marcas, cuando una de las partes vulnera una patente para copiar un producto y sacarlo al mercado en beneficio propio. O cuando comercializa un producto bajo una marca propia pero vulnerando la normativa para inducir a error al consumidor, que adquiere su producto creyendo que está adquiriendo el de su competidor.